5 de mayo de 2009 / 01:05 PM
A pocos días de la llegada del Papa Benedicto XVI a Tierra Santa, Mons. Manuel Musallam, quien hasta hace unos días fuera el único párroco de la Franja de Gaza, describió la dramática situación de la comunidad católica en esta región y agradeció a la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) por su aporte material y espiritual para estos cristianos.
En la entrevista el sacerdote, quien el pasado 30 de abril pasó al retiro luego de 14 años sirviendo a los casi 14 mil católicos de Gaza, indicó a AIN que "la destrucción se ha convertido en algo cada vez más profundo. Las cosas se están convirtiendo en algo cada vez peor. Muchas familias están sufriendo. La gente no tiene electricidad y no hay suficiente combustible para los generadores. Hay desabastecimiento de agua potable y la salubridad es pobre. El cuidado médico y la educación tampoco son buenos".
Mons. Musallam dijo también que "nuestros preciosos árboles han sido arrancados. Nuestros edificios destruidos así como nuestras calles. Nuestra tierra ha sido consumida por las bombas y no podemos producir nada. Solo somos consumidores ahora. Las máquinas y los autos son viejos. Todo necesita ser renovado".