Canadá fue un país religioso hasta hace unas décadas; sin embargo, la poca asistencia de feligreses en muchas de las iglesias a nivel nacional está causando la clausura de un tercio de estas.
De acuerdo con la organización caritativa nacional de Canadá "National Trust for Canada", dedicada a la salvaguarda y renovación de lugares históricos, se estima que en los próximos diez años se cerrarían unas nueve mil iglesias debido al bajo número de personas que conforman las congregaciones y a los altos costos destinados a la reparación de templos antiguos.
"Es probable que algunos de los edificios se vendan, mientras que otros simplemente serán demolidos. Mientras que muchos están preocupados por la pérdida de los espacios sagrados, otros están tan preocupados por la pérdida de edificios históricos", sostuvo el jefe de National Trust for Canada, Robert Pajot.