Durante su estadía en la Gran Manzana, el Papa Francisco tuvo la oportunidad de sentirse nuevamente en su tierra, Argentina, cuando el viernes 25 fue agasajado con la sazón de unos compatriotas suyos, quienes con cariño y esmero le brindaron un pollo con limón a la parrilla.
Uno de ellos es Ismael Alba, quien reside en Nueva York desde 1981 y es dueño del "Buenos Aires", uno de los restaurantes más representativos de la gastronomía argentina en esta ciudad estadounidense. Este local es concurrido desde hace una década por diplomáticos, empresarios, artistas y sacerdotes. Quien también colaboró con el agasajo al Papa fue Horacio Salinas, originario de Mendoza (Argentina), herrero responsable de elaborar la parrilla.
Alba dijo a ACI Prensa que fue contactado por medio de Mons. Bernardito Auza, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU. "Originalmente le iba a cocinar los dos días que se quedaba en Nueva York pero al final me dieron el almuerzo del día 25", relató.