El Obispo de Posadas, Mons. Juan Rubén Martínez, explicó que una Iglesia abierta no es aquella que "mezcla todo" como una ensalada religiosa, sino aquella que ama, dialoga y escucha sin perder su propia identidad.
"Ser abiertos es amar, dialogar, escuchar, cambiar, aportar, aprender y recuperar, sin perder la propia identidad. Ser abierto no es mezclar todo, como una especie de sincretismo o bien ensalada religiosa o de mezcla del bien y del mal, de valores y antivalores", indicó el Prelado.
En ese sentido, recordó que la Iglesia tiene el deber de cuidar y comunicar los tesoros de la revelación. "Los tesoros que la Iglesia debe cuidar a través de la historia son lo revelado por el Señor, lo que Él nos comunicó y el Magisterio, que van acompañando con el Espíritu Santo la historia, para que ésta sea una historia de salvación", indicó.