A un mes de que Jamie Schmidt fuera asesinada en la tienda Catholic Supply del condado de St. Louis, Misuri (Estados Unidos), religiosos y feligreses de su parroquia no dejan de reconocer su ejemplar vida de fe y varios ya la consideran nuevo mártir de la Iglesia.
El pasado 19 de noviembre, Thomas Bruce, de 53 años, ingresó a la tienda católica, sacó un arma, apuntó a las tres mujeres que se encontraban al interior, y luego les ordenó ingresar a una habitación para agredirlas sexualmente.
Según los informes, después de ver a las dos primeras mujeres obedecer, Jamie miró el rostro del hombre que le apuntaba con el arma y gritó: "En el nombre de Dios, no me desnudaré". Ante la negativa el asesino le disparó en la cabeza y más tarde murió en un hospital.