"Dios quiso que don Gabriele llevase adelante esta asociación con gran entusiasmo y vigor para ayudar a los exorcistas a desarrollar su tarea", subrayó.
Además, señaló que "nunca ahorró esfuerzos en su labor y ofreció generosamente su trabajo". "Fue sincero con todos, con nosotros los exorcistas fue siempre admirado por su gran espiritualidad encarnada en parte a su vida de oración y a su gran amor a la vida religiosa, a su instituto religioso, al sacerdocio, al Papa (...) También a la Adoración eucarística y a la Virgen María".
Por otro lado, el texto de la Asociación Internacional de Exorcistas destacó su "gran sentido del humor y la capacidad de contar cualquier anécdota".
"Su gran disponibilidad a conceder entrevistas de radio, televisión y en los periódicos tuvo el fin de promover una evangelización integral según el mandato de la Iglesia de expulsar los demonios en nombre de Dios y a través de los medios ofrecía una correcta catequesis sobre este ministerio".