Esta semana un abogado de 95 años de edad recibió la noticia más esperada de su vida, el Tribunal Supremo húngaro reconoció la inocencia de su cliente: un sacerdote encarcelado por el gobierno comunista en 1949 por una acusación falsa de malversación de fondos.
Para la prensa, Gyorgy Schirilla, es tal vez el abogado defensor activo más anciano de Hungría. Por 55 años esperó respuesta a la apelación que presentó en el juicio comunista contra el sacerdote Miklos Nagy.
"Estoy feliz, mereció la pena, después de todo", declaró el abogado aunque lamentó que su cliente no haya sido reivindicado en vida. El Padre Nagy murió hace 31 años.