24 de mayo de 2013 / 10:17 AM
"¡La trata de personas es una actividad innoble, una vergüenza para nuestras sociedades que se llaman civilizadas! Los explotadores y los clientes, en todos los ámbitos, deben hacer un serio examen de conciencia ante sí mismos y ante Dios", dijo el Papa Francisco esta mañana.
Así lo indicó el Santo Padre en su discurso a los participantes en la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes reunidos en Roma para discutir del tema "La solicitud pastoral de la Iglesia en el contexto de las migraciones forzadas".
La asamblea coincide con la publicación del documento "Acoger a Cristo en los refugiados y las personas desplazadas por la fuerza" que llama la atención sobre los millones de refugiados, desplazados y apátridas, y aborda también el flagelo de la trata de personas.