El Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, señaló que "el futuro de Irak debe partir de la escuela. La formación y la educación son indispensables para construir una nueva sociedad. Nuestro campo es formar cristianos y musulmanes juntos, bajo el mismo techo. Formar la juventud para favorecer las convivencia entre las distintas etnias y religiones son ingredientes indispensables para un Irak pacífico y democrático".
Así lo indicó el Prelado en entrevista concedida a L'Osservatore Romano, luego de la restitución de tres escuelas católicas a la Iglesia en el país que fueran confiscadas por el régimen de Saddam Hussein.
"La calidad de nuestras escuelas es verdaderamente buena, gracias al esfuerzo de las hermanas, muchísimos musulmanes frecuentan nuestro instituto. Esto es para nosotros motivo de gran satisfacción y nos hace esperar por un buen futuro de nuestra Iglesia", dijo el Arzobispo.