17 de marzo de 2006 / 12:31 AM
El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, anima en su carta de esta semana a no permanecer indiferentes ante una “pretendida neutralidad política ante la familia” y señala que "encogerse de hombros ante el bien de la familia o transigir con políticas antifamiliares significa en realidad ponerse del lado de los que atacan la dignidad del ser humano".
En su misiva titulada "La sociedad al servicio de la familia", el Arzobispo señala que "entre familia y sociedad ha de existir una relación constructiva que se hace posible cuando la sociedad está al servicio de la familia" y advierte que "no es admisible ni siquiera una pretendida neutralidad política ante la familia, es decir, legislar como si la familia fuese un asunto exclusivo y no un bien de toda la sociedad".
Los poderes políticos "deben saber autolimitarse ante la familia, no traspasar la frontera del respeto político que ella misma marca", expresa el Prelado que sostiene que "actuar con respeto ante la familia evita tentaciones totalitarias".