16 de mayo de 2012 / 11:03 AM
Al finalizar la audiencia general de hoy el Papa Benedicto XVI señaló que el trabajo no debe ser un obstáculo para la familia y explicó que el Domingo, Día del Señor, debe ser momento de descanso y ocasión para reforzar las relaciones familiares.
En su llamado en italiano al final de la audiencia, el Santo Padre dijo que "ayer, martes 15 de mayo, se ha celebrado la Jornada Internacional de las Familias, instituida por las Naciones Unidas y dedicada este año al equilibrio entre dos cuestiones estrechamente conexas: la familia y el trabajo".
"Este último no debería obstaculizar a la familia, sino más bien sostenerla y unirla, ayudarla a abrirse a la vida y a entrar en relación con la sociedad y la Iglesia", indicó.