7 de julio de 2006 / 10:27 AM
El Arzobispo Silvano M. Tomasi, Observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas (ONU) y las Instituciones Internacionales de Ginebra, señaló el pasado 5 de julio que el trabajo es el camino para vencer la pobreza y la marginación.
Durante su intervención en la reunión del ECOSOC de 2006 (Consejo Económico y Social de la ONU) dedicada al tema "La creación de un ambiente que, a nivel nacional e internacional, favorezca un empleo pleno y productivo y un trabajo digno para todos, y su impacto en el desarrollo sostenible", Mons. Tomassi dijo que “la delegación de la Santa Sede aprueba el objetivo de desarrollo equitativo que persigue ECOSOC", ya que "destaca el lugar central de la persona humana y el valor del trabajo como el camino a seguir para vencer la pobreza crónica y la marginación".
Seguidamente, durante su alocución titulada "La dignidad de la persona confiere al trabajo y al desarrollo su verdadero valor", el Arzobispo destacó la frustración de miles de personas que no encuentran trabajo y que ensombrece la posibilidad de lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, para precisar que ese estado de cosas puede repercutir negativamente en la seguridad mundial. Recordó luego las palabras pronunciadas por Pablo VI en 1967: "El desarrollo es el nuevo nombre de la paz".