8 de febrero de 2007 / 05:42 PM
El Nuncio Apostólico ante las Naciones Unidas, Mons. Celestino Migliore, afirmó hoy que “si el trabajo es una parte esencial de la vocación humana, solo el trabajo decente puede servir para la promoción de la dignidad humana y el logro del desarrollo social”.
Así lo expresó el Arzobispo ante este organismo que celebra su 45° sesión para el Desarrollo Social sobre la promoción del empleo decente para todos. En su discurso, Mons. Migliore precisó también que “los padres que trabajan, hombres y mujeres, deben ser asistidos, si es necesario incluso con leyes, para que puedan aportar su única e irremplazable contribución a los hijos en la etapa de crecimiento, al evidente beneficio de toda la sociedad”.
El Prelado dijo también que “es también importante que los hombres y mujeres con familia reciban un sueldo adecuado que permita cubrir las necesidades familiares, especialmente las relacionadas a las responsabilidades que tienen para con sus hijos”. “Un sueldo justo también supone la eliminación de la necesidad, algunas veces forzada por la extrema pobreza, de tener que hacer a los hijos trabajar, en detrimento de su educación, su niñez y su crecimiento como adultos saludables”, agregó.