En su mensaje por la 96° Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, que se celebrará el domingo 17 de enero de 2010, el Papa Benedicto XVI recuerda que la Iglesia trabaja incansablemente por los migrantes, especialmente los menores, y alentó a la comunidad internacional y a los católicos a seguir y mejorar en este importante servicio.
En el mensaje fechado el 16 de octubre de este año y dado a conocer hoy en conferencia de prensa, cuyo tema es "Los emigrantes y los refugiados menores de edad", el Papa señala que "la celebración de la Jornada Mundial del emigrante y del refugiado me ofrece nuevamente la ocasión para manifestar la solicitud constante de la Iglesia por los que viven, de distintas maneras, la experiencia de la emigración".
Se trata de un fenómeno que, prosigue, "como escribí en la encíclica Caritas in veritate, impresiona por el número de personas implicadas, por las problemáticas sociales, económicas, políticas, culturales y religiosas que plantea, y por los desafíos dramáticos que supone para las comunidades nacionales y para la internacional".