El número de refugiados internos en Irak por culpa de las acciones terroristas del Estado Islámico es en la actualidad de más de 1,6 millones de personas, según datos publicados en un reciente informe de Cáritas italiana.
La cifra se refiere a las personas obligadas a abandonar su hogar y buscar refugio en el país desde el verano de 2014, cuando Estado Islámico conquistó la ciudad de Mosul y la llanura de Nínive, en el norte de Irak, mayoritariamente habitada por cristianos. Muchos de ellos consiguieron llegar hasta la región del Kurdistán iraquí, donde las milicias kurdas pusieron freno a los yihadistas.
A pesar de lo abultada que es esta cifra, en el informe se subraya que en 2019 se registró la cifra más baja de nuevos refugiados internos desde la ofensiva yihadista de Estado Islámico: 104 mil nuevos refugiados. De hecho, en el peor momento del conflicto contra Estado Islámico, el número de refugiados internos en Irak llegó a ser de 6 millones de personas, cifra que comenzó a descender tras la expulsión de Daesh en 2017.