¡Gracias por haber venido, gracias por esta fiesta! De veras: ¡esta es una fiesta! Y gracias por sus preguntas.
Me alegra que la primera pregunta haya sido de un matrimonio joven ¡un lindo testimonio! Dos jóvenes que han optado, que han decidido formar una familia, con alegría y con valor. ¡Sí, porque es cierto, se necesita ser valientes para formar una familia! ¡Hace falta valor! Y la pregunta de ustedes, jóvenes esposos, se enlaza con la de la vocación.
¿Qué es el matrimonio? Es una verdadera vocación, al igual que el sacerdocio y la vida religiosa. Dos cristianos que se casan han reconocido en su historia de amor la llamada del Señor, la vocación para formar de dos, hombre y mujer, una sola carne, una sola vida. Y el Sacramento del matrimonio envuelve este amor con la gracia de Dios, lo arraiga en Dios mismo. ¡Con este don, con la certeza de esta llamada, se puede partir seguros, no se tiene miedo de nada, se puede afrontar todo, juntos!