El encuentro con Jesús es, al mismo tiempo, la experiencia de lo que la gran comunidad de la Iglesia debe ser: la comunidad que va más allá de los límites establecidos por los hombres para dividir. Somos todos hijos de Dios, redimidos por la sangre de Su Hijo, Jesucristo. La experiencia de experimentar la Iglesia del mundo es el gran fruto de la Jornada Mundial de la Juventud. Depende de nosotros, de nuestra fe y de nuestra santidad. Es nuestra tarea asegurarnos de que el Evangelio llegue a aquellos que no han escuchado hablar de Jesús todavía o que no sepan mucho sobre Él.
Mañana, el Pedro de nuestro tiempo, el Santo Padre Francisco, estará entre nosotros. Pasado mañana vamos a saludarlo en este mismo lugar. En los siguientes días vamos a escuchar sus palabras y orar con él. La presencia del Papa en la Jornada Mundial de la Juventud es otro hermoso rasgo característico de esta celebración de la fe.
4. Y, finalmente, la tercera y última pregunta: ¿dónde vamos a ir y qué vamos a llevar con nosotros? Nuestro encuentro va a durar solo unos días. Va a ser una experiencia espiritual muy intensa, y al mismo tiempo, en cierto punto, exigente físicamente. Luego, volveremos a nuestras casas, familias, escuelas, universidades y trabajos. Quizás, durante estos días, tomemos importantes decisiones. Quizás nos propongamos nuevas metas en nuestras vidas. Quizás escuchemos claramente la voz de Jesús que nos dice que dejemos todo y Lo sigamos.
¿Con qué vamos a llegar a casa? Mejor no anticipar la respuesta a esta pregunta. Durante estos días compartamos nuestros tesoros más preciosos con todos. Compartamos nuestra fe, nuestra experiencia, nuestra esperanza. Mis queridos jóvenes amigos, que estos días sean la oportunidad de modelar sus corazones y sus mentes. Escuchen atentamente las catequesis de los obispos. Escuchen la voz del Papa Francisco. Participen de la liturgia con todo el corazón. Aprovechen el amor misericordioso del Señor que se derrama en el sacramento de la reconciliación. Descubran los templos de Cracovia, la riqueza de su cultura, la hospitalidad de sus habitantes y de otras ciudades de la zona donde vamos a descansar luego de estos ajetreados días.