En su más reciente columna, el vaticanista del diario Espresso, Sandro Magister, recogió los testimonios de siete obispos católicos chinos que, para él, describen "el largo caminar de los católicos chinos hacia la unidad entre ellos y con Roma".
Mientras el mundo espera conocer la anunciada carta que el Papa Benedicto XVI entregará en estos días a la feligresía católica china, Magister sostiene que "para un régimen comunista que en último medio siglo ha hecho de todo por constituir una Iglesia nacional independiente y opuesta a Roma, la carta es una denuncia de fracaso".
"Casi todos los obispos nombrados por las autoridades chinas en contra de la voluntad de la Santa Sede han vuelto a entrar en la obediencia al Papa. Los que todavía están separados de Roma son "menos de diez", ha dicho el obispo de Hong Kong, el cardenal José Zen Zekiun. De un total de 66 obispos oficialmente reconocidos por el gobierno chino y de 44 consagrados clandestinamente, de los cuales 17 están actualmente bajo arresto", sostiene.