Un grupo de terroristas atacó a un grupo de católicos que regresaban de una procesión de la Virgen María el 13 de mayo, asesinó a cuatro adultos y destruyó la imagen religiosa que llevaban.
El ataque se produjo en Singa, municipio de Zimtenga (Burkina Faso), en la misma región donde un día antes, el domingo 12 de mayo, entre 20 y 30 terroristas asesinaron a un sacerdote y cinco laicos e incendiaron una iglesia.
De acuerdo a la agencia vaticana Fides, los fieles católicos habían participado de la procesión desde su pueblo, Singa, a la vecina comunidad de Kayon, a unos 10 kilómetros de distancia. Al retornar a casa, fueron interceptados por los hombres armados.