Clare Crockett fue una religiosa irlandesa que murió en el terremoto del 16 de abril en Ecuador de la misma forma que vivió: ayudando a los demás. Este testimonio ha dejado un legado importante que sirve de inspiración para su familia y los católicos de su patria.
Emmet Doyle, primo de Clare, dijo al National Catholic Register que el testimonio de la religiosa ha servido de consuelo a su familia, que sufrió muchísimo con la noticia de su fallecimiento durante el terremoto de 7,8 grados en escala de Richter. "Ella murió como vivió: ayudando a los demás", dijo.
Doyle también indicó que sus parientes la consideraban "una superestrella" y que "todos la amaban".