26 de mayo de 2004 / 03:53 PM
El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Antonio Cañizares, se refirió a la decisión del Gobierno de suspender la aplicación de la LOCE sin comunicarse con la Iglesia Católica y afirmó que la medida supone un “retroceso en el terreno educativo y en el desarrollo de los derechos y libertades” en el país.
En una entrevista al diario La Razón, el Prelado explicó que “ni ha habido ninguna comunicación, que yo sepa, ni ha existido ningún diálogo. Es una decisión que el Ejecutivo adopta por sí mismo sin que haya podido expresar su parecer la Conferencia Episcopal, ni siquiera ante el Consejo de Estado donde ha solicitado personarse”.
Además –agregó el Arzobispo–, “a la Santa Sede o a la Conferencia Episcopal no se le ha consultado, cuando algunas de las disposiciones de este Decreto afectan a materia que regulan los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado Español”.