En el marco de la cumbre anual de los líderes del G8 que se celebrará del 17 al 18 de junio en Lago Erne, Fermanagh, Irlanda del Norte, los obispos de los países que conforman el G8 enviaron un mensaje al grupo para que consideren a los pobres y los más débiles en la toma de decisiones.

"¿Cómo influiría una elección específica vuestra sobre la vida de los pobres y de los más débiles? Preguntaos eso antes que nada. Así estaréis seguros de contribuir al bien común. El estado de salud de la familia humana se mide en efecto, partiendo de sus miembros más débiles", escriben en una nota enviada a los líderes de esta organización, reconocida como una de las más poderosas a nivel mundial.

El texto está firmado por los presidentes de la Conferencia Episcopal de los países que componen el G8: Italia, Inglaterra y Gales, Irlanda, Escocia, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Rusia y Estados Unidos, y a ellos también se adhiere el Presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), Cardenal Peter Erdo.

Según informa L'Osservatore Romano, el texto "es un llamado explícito a abrazar a toda la humanidad comenzando desde los más pobres y los más débiles al que tanto llama el Papa Francisco desde el inicio de su pontificado".

La carta aborda diferentes temas de interés especial, entre ellos la lucha contra la evasión fiscal y la corrupción, y señalan que "es una obligación moral para los ciudadanos pagar una cantidad equitativa de tasas para el bien común, especialmente cuando se habla de las comunidades más pobres y vulnerables".

También centran la atención en las reglas que actualmente rigen el mercado global y denuncian que "es inútil dar por un lado asistencia a la producción y desde el otro utilizar políticas comerciales agrícolas desiguales que amenazan las economías de los países más pobres que viven de la agricultura".

Los obispos tratan de focalizar la atención sobre el tema de la agricultura y la nutrición, y escriben "en un mundo que ha hecho grandes progresos en la producción de comida, pero que en su distribución deja a muchos hijos de Dios irse a la cama con hambre y sufrir la desnutrición".

Por último, recordaron el llamado del Papa Francisco a la comunidad internacional para conseguir la paz y la explotación equitativa de los recursos.