20 de octubre de 2006 / 10:22 AM
El Papa Benedicto XVI lanzó ayer un enérgico llamado a la santidad y al anuncio audaz de la muerte y resurrección del Señor Jesús pues “solo Cristo puede satisfacer plenamente los anhelos profundos del corazón humano y responder a los interrogantes más inquietantes” de la existencia humana y “solo de Dios puede venir el cambio decisivo del mundo”.
Así lo señaló ayer el Santo Padre ante más de 40 mil personas reunidas en el estadio de fútbol Bentegodi para celebrar la Misa que presidió en Verona (Italia) durante su visita pastoral con motivo del IV Congreso Eclesial Italiano que reflexiona sobre el tema “Testigos de Jesús resucitado, esperanza del mundo”.
“La certeza de que Cristo ha resucitado nos asegura que ninguna fuerza adversa podrá destruir nunca la Iglesia”, dijo el Pontífice durante la celebración litúrgica, el segundo acto –tras el discurso de ayer en la Feria– de su visita.