“Soy un sacerdote muy normal. Esto también lo hace cualquier cura de pueblo”, afirma con humildad del P. Francisco Muñoz, capellán de la Brigada Paracaidista española destacada en Afganistán, al preguntársele por los 35 bautizos, comuniones y confirmaciones que celebrará los próximos meses entre los militares españoles.

Oriundo de Ribera del Fresno, en Extremadura, y capellán desde 1983, el P. Francisco se hizo capellán militar hace doce años. "Yo siempre quise ser misionero, monje o mártir, y me quedé en militar, que también empieza por 'm' y tengo algo de los tres", relata desde la provincia afgana de Badghis.

Según informó el diario español El Mundo, el sacerdote es conocido entre los militares por su gran carisma y capacidad para llegar al próximo. “Dios me ha dado el don de caer bien”, se limita a responder.

Esta capacidad de “caer bien” le ayudó a lograr que hace cuatro años se bautizaran o recibieran la Comunión, también en Afganistán, 37 soldados. Y hace dos años, cuando estuvo en el Líbano, fueron cincuenta y cinco los que mostraron su fe.

En ese sentido, el capellán rechaza que en España haya una crisis de fe. Indicó que lo que falla es la forma de llegar a la gente, pues “el español normal es discretamente religioso (…), y aquí, en Afganistán, hay más tiempo para reflexionar”.

Una anécdota en su afán de traer más gente a la fe le ocurrió el año pasado. A sus 54 años el P. Francisco hizo el curso de paracaidista porque un militar le prometió bautizarse si asistía al curso. "Fue una experiencia religiosa porque se reza mucho", recuerda con humor al referirse a las clases en las que incluso resultó lesionado.

"Hay que ser un descerebrado para hacer el curso con esa edad", afirmó, y recordó que al culminar el curso, le dijo al militar: "Si tienes fe o no tienes fe, me da igual, ¡pero ahora tú te bautizas!".

En el siguiente enlace el P. Muñoz relata parte de su experiencia como capellán mientras estuvo en el Líbano http://www.alfayomega.es/Revista/2007/553/08_testimonio.php