A las 21:15 (hora local) el Papa Benedicto XVI presidió en el Coliseo Romano el Via Crucis, cuyas meditaciones estuvieron a cargo del Cardenal chino Joseph Zen Ze-kiun, Obispo de Hong Kong. Al término del mismo, el Santo Padre dirigió estas palabras:
"Queridos hermanos y hermanas:
También este año hemos recorrido el camino de la cruz, el Via Crucis, evocando con fe las etapas de la Pasión de Cristo. Nuestros ojos han vuelto a ver el sufrimiento y la angustia que nuestro Redentor ha debido soportar en la hora del gran dolor, que ha signado el culmen de su misión terrenal. Jesús muere en la cruz y yace en el sepulcro. El Viernes Santo, así impregnado por el dolor humano y el religioso silencio, pide el silencio de la meditación y la oración. Volviendo a casa, también nosotros como quienes asistieron al sacrificio de Jesús, nos ‘golpeamos el pecho’, pensando en lo que ha sucedido. ¿Se puede tal vez permanecer indiferente a la muerte de Dios? Por nosotros, por nuestra salvación, Él se ha hecho hombre y ha muerto en la cruz.