Un sacerdote sirio reveló a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que en su país, el aumento porcentual de los ancianos y el sistema de salud precario, son los principales factores de preocupación frente a la lucha contra la pandemia del coronavirus COVID-19.
"La ciudad siria ha perdido muchos hospitales y centros de salud, destruidos por terroristas, por ejemplo, el Hospital Al-Kindi y el hospital oftálmico. Gran parte del equipo y suministros médicos han sido robados, y muchos médicos han emigrado porque los terroristas secuestraron a algunos de ellos o amenazaron con matar a otros. Como consecuencia, el sistema de salud se encuentra en un estado precario y esta es la raíz del temor de que el virus se propague en la población, especialmente entre los soldados árabes y sirios", explicó el sacerdote católico armenio Antoine Tahhan a ACN.
El presbítero tampoco cree que los respiradores que hay en los hospitales, "especialmente en las unidades de cuidados intensivos, sean suficientes para combatir el virus".