La última reunión del Sínodo sobre la Familia comenzó, como cada mañana, con un momento de oración que en este caso fue guiado por el Obispo de Bilbao (España) Mario Iceta Gavicagogeascoa. En su homilía destacó que este Sínodo ha sido "una experiencia de gracia, de comunión, de colegialidad y de servicio" y pidió "humildad evangélica" a través de una vida de oración para servir y acompañar a las familias.
"La vida contemplativa, la vida de oración se encuentra en el fundamento de la actividad apostólica y misionera, también para nosotros. Por eso, ante las decisiones que en el ejercicio del ministerio episcopal hemos de tomar, viene a mi memoria el pasaje de la elección de Matías para ser integrado en el colegio apostólico. 'Entonces oraron así: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido'".
Mons. Iceta aseguró que "este es nuestro método: muéstranos lo que Tú quieres, haznos conocer tu voluntad. Sumidos en la oración, pedir a Dios que nos muestre sus caminos, que nos haga ver cuál es su designio y no el mío propio, y cuáles son los caminos que hemos de recorrer para acompañar a las familias en la fidelidad a la vocación a la que han sido llamadas".