7 de octubre de 2014 / 10:48 AM
"Hay que amar realmente a las familias necesitadas", exhortaron ayer por la tarde los obispos reunidos en la Segunda Congregación General del Sínodo de la Familia, donde reiteraron que "el matrimonio es y sigue siendo un sacramento indisoluble" y que la Iglesia debe acercarse a las parejas en dificultad "con comprensión, perdón y misericordia".
Según informó la Santa Sede, con el encuentro de ayer se abrió la discusión en la asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos, que de acuerdo con el orden del Instrumentum Laboris, abordó ''El designio de Dios acerca del matrimonio y la familia'' y ''Conocimiento y Recepción de la Sagrada Escritura y los documentos de la Iglesia sobre matrimonio y familia''.
Durante el encuentro, los obispos reiteraron el papel de la familia dentro de la sociedad y la necesidad de adaptar el lenguaje de la Iglesia para que la doctrina acerca de ella, la vida y la sexualidad se entienda correctamente.