Tras la lectura de la "Relatio post disceptationem" –que resume las ponencias presentadas en las Congregaciones Generales–, los obispos reunidos en el Sínodo señalaron que así como se expresa la necesidad de acoger a las familias en dificultades, se debe también hablar de las familias fieles a las enseñanzas del Evangelio y reafirmar que el matrimonio indisoluble es feliz y posible.
Durante el debate libre los prelados destacaron la capacidad de la Relación de "'retratar' adecuadamente las intervenciones de estos días en el Aula, captando el espíritu de la Asamblea y destacando la acogida como tema principal de los trabajos".
Del documento, indicaron, "emerge el amor de la Iglesia por la familia fiel a Cristo, pero también su capacidad de estar cerca del ser humano en cada momento de su vida, de comprender que, detrás de los desafíos pastorales, hay muchas personas que sufren. La mirada del Sínodo -se ha reiterado – tendría que ser la del pastor que da la vida por sus ovejas, no la del que las juzga a priori".