Los trabajos del Sínodo de Obispos para África comenzaron esta mañana con una oración solidaria y un fuerte llamamiento al cese de la violencia en la región de los Grandes Lagos.
Según informó Radio Vaticana, en presencia del Papa Benedicto XVI “y de 215 padres sinodales, el secretario general del Sínodo Mons. Nikola Eterovic, leyó la carta dirigida a los obispos de Sudán, Chad, República Centroafricana y República Democrática de Congo, cuyas diócesis en los últimos tiempos han sido víctimas de asesinatos de cristianos, incluso crucificados, en una inusitada ola de violencia que ha causado el desplazamiento de familias y poblaciones enteras”.
En la carta, los padres sinodales recuerdan que “el mandamiento ‘No matarás’ está inscrito en el corazón del hombre, pero los responsables del derramamiento de sangre inocente deberán rendir cuenta de sus actos”.