Si no hubiera habido un Juan XXIII, no habría existido un Juan Pablo II, señala un Cardenal que sirvió en el Vaticano durante los pontificados de ambos, concretamente desde el año 1959.
El Cardenal Paul Poupard, Presidente Emérito del Pontificio Consejo para la Cultura, afirmó que está "muy agradecido al Papa Francisco por unirse a estos dos Papas en un solo acto de canonización, porque si no hubiera habido un Juan XXIII, no habría existido un Juan Pablo II. Y yo puedo dar fe de ello".
Si bien ambos tienen una estrecha conexión, dijo hace unos días a CNA –agencia de noticias del grupo ACI– que los dos son muy diferentes: "estas diferencias son la belleza de la Iglesia Católica y el Señor prepara a cada santo en su particular manera".