Al recibir esta mañana a los superiores y alumnos de la Pontificia Academia Eclesiástica, el Papa Benedicto XVI explicó la importancia de la diplomacia del Vaticano al servicio del Sucesor de Pedro y de la Iglesia, que debe realizarse con toda la vida "haciendo eco del mensaje del Evangelio".
Hablando de la diplomacia pontificia, el Papa explicó que "tiene una gran tradición y su actividad ha contribuido en gran medida a plasmar, en los tiempos modernos, la fisionomía misma de las relaciones diplomáticas entre los Estados".
"Las virtudes fundamentales de cualquier enviado son la lealtad, la coherencia y la profunda humanidad. Está llamado a poner no sólo su trabajo y sus cualidades, sino, de alguna manera, toda la persona al servicio de una palabra que no es suya".