Al recibir esta mañana a los obispos de Brasil de la segunda región este, que concluyen hoy su visita ad limina, el Papa Benedicto XVI les recordó que sólo con la santidad personal serán capaces de ayudar a los fieles a edificar la Iglesia, a través de la vivencia cotidiana de la fe y el amor, a través de su misión de servir y gobernar a la porción del pueblo de Dios que les es confiada.
"Llamados a ser santos, con cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos, gracia a vosotros y paz de parte de Dios, Padre nuestro y del Señor Jesucristo", Con estas palabras del apóstol Pablo, en la primera carta a los Corintios, el Santo Padre ha acogido con gran afecto a los obispos.
Tras recordar que los obispos "como maestros y doctores de la fe, tienen la misión de enseñar con audacia la verdad, que se debe creer y vivir, presentándola de forma auténtica", Benedicto XVI evocó su discurso inaugural de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida; y resaltó que la Iglesia tiene como tarea conservar y alimentar la fe del pueblo de Dios y de recordar también a los fieles que, por el bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo.