El Papa Benedicto XVI, a sus 84 años de edad, termina su jornada laboral nunca antes de las 11:00 p.m., reza el Rosario todos los días, se levanta a las 5:00 a.m. y usa un celular cuyo número solo conocen sus colaboradores más cercanos.
En un artículo publicado en Europaquotidiano, el periodista italiano Aldo Maria Valli hace un recorrido sobre un día normal en la vida del Santo Padre que se levanta cuando la Ciudad del Vaticano "todavía está inmersa en el silencio".
El periodista considera que el Papa es "como buen alemán, un hombre metódico", y "ama organizar sus jornadas hasta el mínimo detalle, según horarios precisos".