Esta semana más de seis mil jóvenes que se preparan para la vida religiosa llegarán a Roma con motivo de la "Jornada de los seminaristas, novicios, novicias y de los todos los que están en camino vocacional", que se celebra del 4 al 7 de julio.

El Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, y responsable del Año de la Fe, Mons. Rino Fisichella, explicó esta mañana a los periodistas que el encuentro pretende ser una respuesta de la Iglesia a la llamada vocacional de hombres y mujeres de todo el mundo, y será la ocasión para celebrar y testimoniar con alegría el grande valor del servicio a la Iglesia para la nueva evangelización.

El evento se realiza  bajo el lema "¡Me fío de ti!" y forma parte de los eventos del Año de la Fe.

Los jóvenes proceden de 66 países y podrán profundizar su relación personal con Jesucristo y ser testigos, para ellos y para el mundo entero, de la grande alegría que nace del confiarse "en las manos de un amor que se experimenta siempre más grande porque tiene su origen en Dios".

En este sentido, el Prelado señaló que la Iglesia "espera mucho de la generosidad de los muchos jóvenes que sienten la llamada", y "quiere mostrar la belleza de seguir a Cristo en el servicio a la Iglesia mediante un compromiso que dura toda la vida y que llena de sentido la existencia personal".

"Esperamos que de estas jornadas tan intensas de oración, reflexión, amistad, canto y alegría, se pueda desarrollar en todos a partir de los participantes, el verdadero sentido de participación activa y fecunda a la vida de la Iglesia", dijo.

Los peregrinos llegan a Roma incluso de regiones como Papúa Nueva Guinea, las Islas Salomón, China, Japón, Vietnam, Zimbabwe, Tanzania, o Uruguay, y presentarán vocación así como "la de otros tantos miles y miles de jóvenes", que les acompañará con la oración desde otras partes del mundo.

Mons. Fisichella, acompañado por el secretario de su dicasterio, Mons. José Octavio Ruiz Arenas, y el subsecretario, Mons. Graham Bell,indicó que el próximo jueves 4 de julio los peregrinos en procesión partirán desde los jardines del Castel Sant'Angelo y atravesarán la vía de la Conciliazione para llegar al atrio de la basílica de San Pedro.

El viernes 5 por la mañana, los jóvenes se repartirán por las diversas iglesias del centro histórico de Roma para recibir una catequesis, y por la tarde se dirigirán a algunos de los muchos puntos de Roma que conservan las reliquias de los santos que derramaron su sangre a causa de su fe.

El sábado por la mañana los seminaristas y novicias participarán en la celebración del Sacramento de la Reconciliación y a la adoración Eucarística, y la tarde, en el Aula Pablo VI del Vaticano, se celebrará un momento de oración con la reflexión dictada por el Cardenal M. Piacenza, Prefecto de la Congregación para el Clero.

El último día, domingo 7 de julio, el Papa celebrará la Santa Misa para ellos, y todos juntos rezarán al mediodía la oración mariana del Ángelus.