4 de julio de 2009 / 11:28 AM
Al recibir esta mañana a los participantes del Congreso Europeo sobre la Pastoral Vocacional, el Papa Benedicto XVI los alentó a ser sembradores de fe y esperanza en los corazones de los jóvenes, a ejemplo de San Juan María Vianney, porque en medio de tanta confusión en el mundo, “ésta puede ser la hora de Dios”.
En su ponencia de hoy, ante los responsables por las vocaciones de las 34 conferencias episcopales de Europa, entre otros, que han reflexionado sobre el tema “Sembradores del Evangelio de la vocación: una Palabra que llama y envía”, el Santo Padre resaltó que la parábola del sembrador muestra al Señor “que tira la semilla de la Palabra de Dios, incluso cuando sabe que podría encontrar un terreno inadecuado, que no permitirá la maduración a causa de la aridez, o que no tendrá fuerza vital sofocándola entre espinas”.
Pese a ello, precisa el Pontífice, “el sembrador no se desalienta, porque sabe que una parte de esta semilla está destinada a encontrar el ‘terreno bueno’, es decir corazones ardorosos y capaces de acoger la Palabra con disponibilidad, para hacerla madurar en la perseverancia y donar nuevamente con generosidad ese fruto en beneficio de muchos”.