Ryan Allan Kaup es un diácono de 26 años que está a pocos meses de ser ordenado sacerdote en la Diócesis de Lincoln (Estados Unidos). El futuro presbítero reveló que estuvo cerca de morir antes de nacer, pues su madre biológica había decidido abortarlo e incluso concertó una cita para someterse al procedimiento en una clínica local.
Sin embargo, la joven estudiante que optó por el aborto porque no podría mantener a su hijo, cambió de opinión, no acudió a la clínica abortista e hizo una cita con un gineco-obstetra a quien le dijo que daría al bebé en adopción.
Por aquellos días, Randy y Sherry Kaup recurrían al mismo médico de la joven por un problema de infertilidad. El médico los puso en contacto con la atribulada madre de Ryan y tres días después del parto, el bebé fue entregado a sus padres adoptivos.