Dada la enorme cantidad de fieles que se han agolpado por miles en los alrededores de la Basílica de San Pedro para presentarle sus respetos al Papa Juan Pablo II y luego de los cálculos previstos por los servicios de Protección Civil, la fila para ver al Papa Juan Pablo II se ha cerrado, aunque los peregrinos podrán seguir unidos al Pontífice a través de sus oraciones.
Con este cálculo, se estima que incluso la última persona que espera en la gigantesca fila, podrá pasar unos segundos ante los restos del Santo Padre hasta la hora en que se cierre la Basílica de San Pedro.
“En este momento en Roma hay más de un millón de peregrinos y la ciudad no tiene capacidad para recibir más”, declaró Guido Bertolaso, jefe de la Protección Civil italiana ante el impresionante e imparable flujo de fieles a la capital, para rendir un último homenaje al Papa.