2 de junio de 2010 / 09:42 AM
En su catequesis de la Audiencia General de este miércoles el Papa Benedicto XVI presentó sus reflexiones sobre Santo Tomás de Aquino, el gran pensador de la Iglesia en el medioevo que es ejemplo de la armonía que debe existir entre la fe y la razón.
El Pontífice recordó que a este santo se le conoce como el "Doctor Angélico" por "la sublimidad de su pensamiento y pureza de vida". Santo Tomás nació alrededor del año 1225 en el seno de una familia noble, en Roccasecca (Italia), cerca de la Abadía de Montecasino. Siendo muy joven fue enviado a la Universidad de Nápoles, donde se interesó por primera vez por el pensamiento de Aristóteles y sintió la llamada a la vida religiosa.
En 1245 va a París para estudiar Teología bajo la guía de San Alberto Magno, que estima tanto a su alumno que le pide que lo acompañe a Colonia (Alemania) para la fundación de un centro teológico.