Al saludar a los peregrinos de lengua italiana al final de la Audiencia General celebrada hoy en la Plaza de San Pedro, el Papa se dirigió a las religiosas Hijas de la Cruz y a los laicos que comparten su carisma, que recordaban de modo especial a Sor Maria Laura Mainetti; religiosa asesinada en un rito satánico en el año 2000.
El Santo Padre afirmó que Sor Maria Laura, "fiel al don total de sí, sacrificó su vida rezando por quien la golpeaba".
Esta religiosa italiana fue asesinada de 18 cuchilladas la noche del 6 al 7 de junio de 2000 en Chiavenna (Italia); por tres chicas menores de edad durante un rito satánico; dos muchachas de 17 años y una de 16.