Al terminar el Ángelus Dominical, recitado desde la ventana del Palacio Apostólico junto a miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI manifestó su preocupación por la crisis que viene viviendo el Medio Oriente y en particular el Líbano.
“Sigo con viva preocupación cuanto está sucediendo en Medio Oriente, donde a las soluciones de la crisis que golpean la región se alternan tensiones y dificultades que hacen temer nuevas violencias”, dijo el Papa.
De igual modo hizo una mención especial al Líbano, “suelo sobre el cual son llamados a vivir juntos hombres diferentes en el plano cultural y religioso, para edificar una nación de ‘diálogo y de convivencia’ y para caminar al bien común”.