El Observador Permanente de la Sana Sede ante la ONU, Mons. Silvano Tomasi, resaltó que el desarrollo debe centrarse en la persona humana y que no consiste solamente en la eliminación de la pobreza material, sino en la recuperación de principios y valores para guiar las economías.
En su intervención en Ginebra en la 12º sesión ordinaria del Consejo de los Derechos del Hombre, el Prelado señaló que "mi delegación observa con interés la labor de la Task Force encaminada a la creación de una lista de criterios de derecho al desarrollo y de sub-criterios de acción en torno a tres componentes principales: el desarrollo centrado en el ser humano, un ambiente posible y justicia social e igualdad".
El Arzobispo subrayó que "en el contexto del proceso de desarrollo, la persona no es solo un receptor de ayuda, sino también el actor real de su desarrollo integral y de las relaciones entre las personas y los pueblos. Como señala Benedicto XVI en su reciente encíclica 'Caritas in veritate', 'el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social'".