El Regente de la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede, Mons. Gianfranco Girotti, precisó que las distintas violaciones a la dignidad humana entre las que se encuentran la manipulación genética; el "área de las drogas" que afecta sobre todo a los jóvenes; y la desigualdad social con la que los pobres son cada vez más pobres y los ricos son cada vez más ricos, sí constituyen pecados.
Tras la conclusión del curso para confesores de este dicasterio, el Obispo indicó, en una extensa entrevista concedida a Nicola Gori de L'Osservatore Romano (LOR), que "existen varias áreas en las que hoy observamos conductas pecaminosas en relación a los derechos individuales y sociales. Primero que nada en el área de la bioética, en las que no podemos no denunciar algunas violaciones de los derechos fundamentales de la naturaleza humana, a través de los experimentos, manipulaciones genéticas".
"Otra área, propiamente social, es el área de la droga, a través de la cual se debilita la psique y se oscurece la inteligencia, dejando a muchos jóvenes fuera del circuito eclesial. Ahora, el área de las desigualdades sociales y económicas: en las que los más pobres son cada vez más pobres y los ricos son cada vez más ricos, alimentando una insostenible injusticia social, el área de la ecología; que tiene ahora un interés relevante", prosiguió el Prelado vaticano.