El Observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas e Instituciones Especializadas en Ginebra, Arzobispo Silvano M. Tomasi, urgió a las principales naciones del mundo y a la ONU, a nombre del Vaticano, a tomar decisiones políticas “sensatas y responsables” para enfrentar la crisis de los desplazados por la violencia en Irak.
En un discurso pronunciado recientemente en el marco de la Conferencia Internacional convocada por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados para responder a las necesidades de los desplazados y los refugiados iraquíes, Mons. Tomasi señaló que existen actualmente dos millones de iraquíes desplazados internamente, otros dos millones que ya han escapado del país y entre 40 y 50 mil que abandonan sus hogares cada mes.
“Para restablecer una unidad pluralista en Irak, donde la guerra y la violencia han destruido el tejido social y la unidad del país, es necesario, como el primer paso, decisiones políticas sensatas y compromisos humanitarios no discriminatorios”, explicó el Nuncio.