El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra, Mons. Silvano Tomasi, resaltó ayer que la Iglesia Católica no descansa en su lucha contra los abusos sexuales a menores en todo el mundo y que este tema es de vital importancia en la agenda eclesial.
En su intervención titulada "la lucha contra la violencia sexual contra los niños", pronunciada ayer en la 13° sesión del Consejo de Derechos Humanos que trata el tema de los derechos de los niños, el Nuncio recordó que "el abuso sexual de menores siempre es un crimen execrable".
"A esta inequívoca condena de la violencia sexual contra niños y jóvenes, el Santo Padre Benedicto XVI ha añadido la dimensión religiosa, precisando que esto también es ‘un grave pecado’ que ofende a Dios y la dignidad humana. La integridad física y psicológica es violada con consecuencias destructivas" que con frecuencia "estigmatizan a los pequeños de por vida".