El Arzobispo Giovanni Lajolo, responsable vaticano de las relaciones con los estados, declaró a la prensa italiana que aún sorprende la “miopía cultural” de los líderes que se negaron a mencionar las raíces cristianas de Europa en la Constitución de la Unión Europea que se firma hoy.
"Más que el prejuicio anticristiano -que no sorprende- es la miopía cultural lo que asombra: porque decir 'raíces cristianas' no quiere decir un límite ideológico, sino la memoria del germen producido en la historia de Europa, y a partir de Europa, difundido en todo el mundo", precisó el Arzobispo al diario italiano La Stampa.
Mons. Lajolo explicó que "la mención de las raíces cristianas de Europa en el preámbulo del Tratado Constitucional era un gran deseo para numerosos ciudadanos de este continente, católicos, ortodoxos y protestantes". "Eso no podía de ninguna forma mermar, como algunos temían, la laicidad, la 'santa laicidad', de la estructura política", explicó.