El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Celestino Migliore, alentó la protección global del medio ambiente sin dejar de tener en cuenta la centralidad de la dignidad del ser humano que debe ser el primer protegido, especialmente en el caso de los más débiles y pobres.
En su intervención de ayer en la 63º Asamblea General sobre el tema 49 "protección del clima global para las generaciones presentes y futuras de la humanidad", el Arzobispo precisó que no debe utilizarse el término "defensa" del medio ambiente, sino "protección" del mismo; pues en el primer caso se puede llegar a pensar que "existe un conflicto entre el entorno y el ser humano".
Además, prosigue, con la utilización del término "protección del medio ambiente" se entiende no "solo que no hay oposición entre el entorno y el ser humano, sino que existe una alianza establecida inseparable, en el que el primero condiciona la existencia del ser humano y su desarrollo y el segundo ennoblece el medio ambiente mediante su actividad creadora".