18 de agosto de 2016 / 10:11 PM
Después de un reciente informe que confirmó el aumento de la violencia contra los niños en las zonas de conflicto, la Santa Sede pidió a las Naciones Unidas y a los gobiernos locales proteger a los jóvenes inocentes que están atrapados en el fuego cruzado de la violencia en todo el mundo.
"Nunca en la memoria reciente han sido sometidos tantos niños a esta violenta brutalidad: niños utilizados como soldados, terroristas suicidas, esclavos sexuales y recolectores desechables de información de inteligencia en las operaciones militares más peligrosas", afirmó el Arzobispo Bernardito Auza, Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York.
"Estos crímenes deben ser condenados en los términos más enérgicos posibles", sostuvo.