Ayer domingo el Papa Francisco celebró la Misa de canonización de Mary Elizabeth Hesselblad, una conversa del luteranismo cuya elevación a los altares se debió a la curación milagrosa de un niño cubano.
El beneficiario de la intercesión de la nueva Santa sueca es Carlos Miguel Valdés Rodríguez, un niño originario de Santa Clara (Cuba), a quien el 25 de mayo de 2005, cuando tenía 2 años de edad, le detectaron un tumor en el cerebelo.
Según relató el sitio web de la diócesis de Santa Clara, al pequeño Carlos se le realizaron tres operaciones. Presentaba, además de las secuelas de la compresión medular -prácticamente cuadripléjico- una gran desnutrición, lo que impedía el proceso de rehabilitación necesario antes de recibir la terapia oncológica.