"Esta Basílica, que ha visto eventos de profundo significado ecuménico, nos recuerda que es importante rezar juntos para implorar al don de la unidad, aquella unidad por la que San Pedro y San Pablo han dedicado su existencia hasta el supremo sacrificio de la sangre", dijo el Papa Benedicto XVI durante su homilía de las Primeras Vísperas de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo celebradas en la Basílica de San Pablo de Extramuros en Roma.
Antes de iniciar su reflexión, el Papa saludó a la delegación llegada del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, encabezada por el Metropolita Emmanuel Gennadios y enviada por Bartolomé I, que saluda así la presencia de la delegación de la Santa Sede en Estambul con ocasión de la fiesta de San Andrés. "Estos encuentros e iniciativas no constituyen simplemente un intercambio de cortesías entre iglesias, sino que quieren expresar el esfuerzo común por hacer todo lo posible para que llegue el tiempo de la plena comunión entre el Oriente y el Occidente cristianos", manifestó el Papa.
El Papa instó a tomar en cuenta la dimensión ecuménica de San Pablo, dado que "el Apóstol de Gentes, particularmente empeñado en portar la Buena Nueva a todos los pueblos, se ha prodigado totalmente por la unidad y la concordia de todos los cristianos".